sábado, 27 de agosto de 2011

Primera Feria de la Cocina Regional

Primera Feria de la Cocina Regional
Gracias a la iniciativa de Alfredo Medrano y con el estrecho apoyo de mi revista “Viernes de Soltero”, que circulaba como suplemento de “Los Tiempos” pudo realizarse la Primera Feria de la Cocina Regional, un evento que movilizó a más de 300 mil personas durante tres fines de semana al filo de la festividad de Urkupiña de 1986 en el Campo Ferial de la Laguna Alalay. La Primera Feria se realizó durante tres fines de semana, del 21 de marzo al 6 de abril de 1986, con el apoyo de la Alcaldía, la UMSS, el Centro Portales, la Asociación de Agentes de Turismo, el Instituto del ramo, el Sindicato de Periodistas y el diario Los Tiempos, con objetivos novedosos que pueden sintetizarse en dos: “exhibir toda la variedad de platos, bebidas y otros alimentos elaborados que son considerados típicos de la región de Cochabamba y que corren el peligro de desaparecer ante la abrumadora avalancha de usos y ritos gastronómicos foráneos”; y “estimular la investigación sobre los efectos probados e hipotéticos de la alimentación en la sicología, la fisiología y el comportamiento de los cochabambinos.
En ese marco se realizó el I° Seminario de la Chicha, apoyado por la Universidad de San Simón y la Alcaldía Municipal con objetivos importantes: desarrollar una industria moderna de la chicha, una justa y efectiva recaudación de impuestos en beneficio de las zonas productoras, un diagnóstico técnico, económico y social del sector, un estudio médico-sanitario y nutricional y, lo más importante, una reivindicación y rescate de la chicha como expresión genuina de la cultura popular y nacional.

Como todos los coloquios que organizó Alfredo, éste sirvió para que los cochabambinos tomáramos conciencia de las virtudes de nuestra cocina criolla, que es una de las más ricas y variadas del Continente, y nos sintiéramos orgullosos de esta manifestación cultural que es la más importante de la región.

Para adherirme al esfuerzo de Alfredo, puse un stand de “Tapazo al paso”, una buena cosecha de singani servido en la tapita de la botella a 50 centavos a beneficio de la Huérfana Virginia. Durante tres fines de semana vendimos cientos de botellas, pero el éxito se debió también a la generosidad del Gordo Ja Ja que me envió de regalo 500 salteñas, 250 de papalisa y 250 de habas pejtu, dos especialidades que nunca he probado en otras salteñerías.
No era la única ocurrencia del Gordo, porque en Semana Santa horneaba las tradicionales salteñas de bacalao, y en Corpus Christi nos sorprendió cierta vez con una salteña que tenía vallerosquete, maní, chambergos, huallpaleches, frutas secas y tajadas de mandarina.
La II° Feria se realizó cuando este Cronista se hallaba en México, de fines de octubre a noviembre de 1990, y esta vez hubo Concurso de Poesía Gastronómica en el cual se presentaron 32 trabajos y los tres ganadores fueron: Fredy Álvarez con “Oda a la buena vida”, Antonio Terán Cavero (hoy Premio Nacional de Poesía “Yolanda Bedregal”) con “Tres personas distintas y un solo plato verdadero” e Iván Decker Molina, con “Poema experimental para la chicha. Con menciones honrosas para “Qullasuyu Mijuykuna”, de Blanca de Guzmán y “Paisaje con sabor cochabambino”, de Pastor López Gemio.
El primer premio remata con un verso memorable:
Doña Pola: ponga un chicharrón en la mesa,
Y una jarra grande de chicha,
Que desde que el hombr ha pisao esta tierra
Nunca se ha muerto en la víspera.
El “Poema experimental para la chicha”, de Iván Decker Molina, tiene versos incitantes:
Humilde chicha
Que entre rezos y oraciones
Has derramado
En el suelo de la cueca
El perfil del asombro
Enamorado.
Pero el poema del Soldado Terán, presentado con el seudónimo “Un párroco de nuevo cuño” revela al poeta consagrado, de verso prístino, esta vez teólogo imprudente del picante mixto:
Tres personas distintas y un solo plato verdadero
En la aureola del plato
Teje su resplandor
La mano de algún dios

Es verdad que esa lengua era un responso
En la boyuna paz de los crepúsculos

Que murmuraba ese conejo
Menudos chismes de comadre

Es verdad que esa gallina presumía
Orondamente a ras del suelo

Es un milagro ahora su connubio
En la aureola del plato

Ofrenda lujuriosa
En la paleta viva de los valles

Hasta el chuño comulga en la blancura
De una misa papal

En su salsa barroca se desnudan
Los pomposos or{aculos

Este picante mixto se bautiza
Con lluvias milenarias

Un dulce fuego ha palpitado
Largamente en su alma

Ha estallado la fiesta en un aguayo alimenticio
Y pachamama es otra vez nuestra placenta inmemorial

Es verdad que esa lengua
Ese conejo
Esa gallina

Pero es verdad también que trasmutados
Por mano de algún dios
Gloriosamente resplandecen
En la aureola del plato.

Hubo asimismo un jurado que premio a los mejores plazos, de acuerdo al siguiente detalle: Primer premio: poroto blanco con tomatada de surubí, presentado por el Restaurante “Gallo de Oro”, de Gloria Aramayo de Cardona. Segundo premio: Uchuco totoreño, presentado por el Restaurante “La Totoreña”, de Antonia Campos. Tercer premio: Jat’aqo o cojopollo, presentado por Irma Rivera Arteaga, del Mercado “Gerónimo de Osorio”. Además el Jurado dio premiso especiales a los siguientes manjares: Plato de pescado tilapia, del Proyecto Tilapia de la UMSS y el PDA. Pampaku Mixto, de Quinta “Los Manzanos”. Conejo a la llajwa, del Restaurante “Aiquileño”, de Marco Antonio Márquez. Pichón a la brasa, de Mercedes Ureña, del Mercado Central de Cliza. Mechado de Cordero con germen de trigto, del Restaurante Nayjama, de Oruro. Los jurados fueron: Gustavo Sanzetenea, Sara María Vázquez y Gustavo Giacoman.

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