sábado, 27 de agosto de 2011

La Compañía Petrolera “Águila Doble”

La Compañía Petrolera “Águila Doble”
¿Podría alguien creer que a 15 kilómetros de la ciudad de Cochabamba se perforó con grandes posibilidades de éxito para hallar petróleo? Esta es la historia de la Compañía Petrolera “Águila doble”, que se debió al tesón y el emprendimiento de don Ramón Rivero López.
En efecto, la Compañía contrató a los geólogos: Elis Jansson, Ernesto Barth y T.G. Serguiesco, al ingeniero H.c. Kumar, director de los trabajos de perforación, y al perforista F.H. Meisner. Los informes fueron alentadores.
El Dr. Elis Jansson estudió entre diciembre de 1928 y enero de 1929 una serie de estratas y de estructuras anticlinales, como también “una manifestación de petróleo, aunque débil” que le permitió llegar “a la convicción de que puedo y debo aconsejar a la Comunidad Águila Doble proceder a la perforación de un número de pozos, con el fin de establecer, a punto fijo, el valor de los terrenos, y con la expectativa de encontrar en estos mismos pozos cantidades apreciables de petróleo.”
Jansson observó los valles grandes y abiertos de Sacaba, Cliza, Cochabamba y Santiváñez, que en otro tiempo habían sido lagos, y encontró sedimentos modernos (aluviales) de 200 metros o más (en el valle de Cliza), que había que perforar para llegar a la roca viva en busca de petróleo.
Entre las conclusiones, Jansson afirma: “Dos manifestaciones seguras de petróleo, en puntos muy distantes uno de otro, demuestran con evidencia que el petróleo existe en el subsuelo”. El informe fechado en La Paz en mayo de 1929 agrega: “En una región tan privilegiada como es la de Cochabamba, con buenas y económicas vías de comunicación, con toda clase de recursos, con buen clima y con el mercado del producto prácticamente al lado del pozo, sin necesidad siquiera de refinar durante los primeros tiempos, se puede considerar que cualquier cantidad, por pequeña que ella fuese, daría margen a una producción comercial. El riesgo del fracaso es mínimo; las probabilidades de éxito son grandes.”
El Dr. Barh informó tres años antes que en un pozo de 150 metros perforado a dos kilómetros al norte de Tarata, se había encontrado “agua salada acompañada de una gran cantidad de gas, en una arcilla blanca que tenía el olor típico del petróleo.” La presencia de albertita en Morochata y de asfaltita en Chullpakasa le permiten concluir que hay petróleo debajo del relleno del valle, parecido al del campo petrolífero de Douglas, Wyoming, Estados Unidos. En 1929 ponderó el trabajo del Dr. Jansson y agregó que mediante un sondaje se podría comprobar si se encontraba petróleo en cantidades comerciales.
El ingeniero de minas E. Hoffman, hace revelaciones sorprendentes sobre la existencia de gases inflamables incluso en el centro de la ciudad de Cochabamba:
“Gases inflamables.- (Por referencias). 1) En un pozo practicado en el actual campo de aterrizaje (la zona del actual aeropuerto), desde 70 m. de profundidad. 2) En la propiedad “Salada” de Pío Lara, profundidad del pozo, 80 m., el agua salió “hirviendo; 3) En la calle General Achá, casa de la viuda de Carlos Jiménez, en Cochabamba, profundidad 93 m., hace 12 años que fue perforado y ardió en el principio toda la noche y se incendió. 4) En la central de la Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica, desprende aún gas. 5) En la calle Tumusla, con una perforación sólo de 35 m., salió mucho gas inflamable. 6) En la finca del señor R. Torrico Lemoine, salieron tantas cantidades de gas que una persona al acercar un fósforo ardiendo al tubo, se quemó la mano por la explosión. Otros varios pozos dentro y fuera de Cochabamba.- (Por observación propia): 1) En Pucará, a 8 km. Al sud de Cochabamba hay un manantial natural del que se desprende continuamente burbujas grandes y éstos unidos en un vaso grande daban una explosión tan fuerte que los indios que nos miraban, escapaban asustados . 2) El pozo de Chávez Rancho, perforado hace seis años y cuya profundidad llega a 95 m., y todavía se desprenden continuamente gases, de vez en cuando burbujas grandes; las explosiones apagaron una bujía introducida en el tubo.”
La recomendación de T.C. Serghiesco fechada en enero de 1931 recomendó también perforar en la zona de Kaluyo, y la Compañía informó en un folleto que poseía 560.000 hectáreas de concesiones en el Valle de Cochabamba (hasta Mizque) y 245.000 hectáreas en los departamentos de Chuquisaca, Tarija y Santa Cruz, con un capital de Bs. 2 millones.
En 1931, la Compañía Águila Doble lanzó al mercado acciones de Bs. 10, con facilidades de pago para su adquisición, y publicó la nómina de su Directorio: Presidente, Dr. Casto Rojas. Vicepresidente, Dr. Ramón Rivero. Tesorero, Augusto Salamanca. Vocales, C. Leonard Ball y H.C. Kumar. Suplentes: Dr. Jorge Tardío y Dr. Manuel Carrasco.
Este emprendimiento se debió al espíritu visionario y emprendedor de don Ramón Rivero López, y probablemente no se pudo concretar por el estallido de la Guerra del Chaco.

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