sábado, 27 de agosto de 2011

El camino al Beni y los cien ingenieros de escritorio

El camino al Beni y los cien ingenieros de escritorio
Hace algunas semanas se realizó una feria de autores en los jardines del Palacio de Portales, y allí tuve el gusto de saludar a don Rodolfo Pinto Parada, quien llegó del Beni con casi una veintena de títulos suyos que expuso en esa oportunidad.
Hoy encontré en mi biblioteca un libro suyo editado en 1978 que titula “Rumbo al Beni” y se remonta a los afanes del Gral. Federico Román por unir Cochabamba con el Beni mediante una carretera.
El libro se remonta aun más. Dice que en 1891 se firmó en Trinidad un convenio para abrir una senda de un metro de ancho en dicho tramo, que debía ser Veamos lo que agrega a continuación, porque es el mismo caso de los “ambientalistas de escritorio” de hoy, que no conocen el TIPNIS, menos las poblaciones benianas, pero se oponen a las justas aspiraciones de los pueblos beniano y cochabambino. Pinto Parada dice así:
“Por la misma época los hermanos Rigoberto y Simón Mendoza proponían abrir un camino desde Cochabamba hasta Moleto pasando por las vegas de Maica-Mayu y Maica-Monte. El año 1892 hicieron la senda exploratoria y se comprometieron a ensancharla hasta dos metros de ancho para entregarla al público en 1895. Dos sólidos puentes de madera sobre los ríos San Rafael y San Jacinto serían construidos.
Si los trabajos eran cumplidos satisfactoriamente podrían ser ampliados los contratos para construir la senda desde Moleto a San Ignacio de Mojos.
El costo de la obra era de Bs. 80.000 pagaderos en 3 plazos: Bs. 20.000 en abril de 1893, Bs. 40.000 en febrero de 1894 y Bs. 20.000 en febrero de 1895.
Fueron combatidos públicamente en “El Comercio” de Cochabamba por un grupo que propugnaba que en lugar de esa ruta se abra otgra partiendo de Totora hasta Santa Rosa sobre el Río Chapare por Bs. 20.000 y en un año de trabajo, siguiendo la ruta explorada por los hermanos Benedicto y Toribio Soriano en los años 1870 a 1872.
Y el eterno problema de todos los tiempos ha sido que cuando se proponía hacer un camino hacia el Beni aparecían cien “ingenieros de escritorio” con 150 ideas para hacerlo, y como “perros del hortelano”, no dejaban que ningún proyecto se materialice, postergando las aspiraciones de los pueblos de Cochabamba y el Beni que deseaban vincularse desde mucho tiempo atrás.”
El año 1881, Antonio Vaca Diez, Senador por el Beni, presentó al Congreso reunido en Sucre un proyecto de ley por el cual pedía 5.000 Bs. para la construcción del camino San Ignacio de Mojos hasta Cochabamba. Era el mismo trazo de siempre, el que reiteró el Gral. Federico Román y el trazo actual. Un desvío hacia San Borja significaría abrir más de un centenar de kilómetros adicionales. Quienes van a pagarlo? Los ambientalistas? ¿Por qué no consultan a los habitantes de San Ignacio de Moxos y otros pueblos adyacentes, así como a la población cochabambina qué opinan sobre la construcción de este camino?

“COMPAÑÍA DEL CAMINO DE COCHABAMBA AL BENI”
El 2 de octubre de 1895, los ciudadanos Juan de la Cruz Torres, Antonio Moreno, Simón López, José Morales y Ramón 2º Rivero, todos ilustres cochabambinos, presentaron un memorial al Presidente de la República señalando que habían constituido la Compañía del Camino de Cochabamba al Beni. En el capítulo “Elección de vía”, decían lo siguiente: “Varias son las rutas señaladas, exploradas unas y simplemente indicadas otras, que unen a Cochabamba con el Beni. Abierto un mapa de la República y observando su región central, se nota que de la cordillera ramal de los Andes, que atraviesa de O a E esta región, nacen y se desprenden distintos cursos de agua que se dirigen hacia el N, formando arcos más o menos pronunciados al E y O, y siendo afluentes del Mamoré, que cruza por toda la extensión central del departamento del Beni o del Río Beni, que lo baña por el O confluyendo entre sí estos dos ríos para formar el Madera a los 10º20’ de latitud austral.

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