sábado, 27 de agosto de 2011

¿Estuvo el Libertador en Cochabamba?

¿Estuvo el Libertador en Cochabamba?
Se dice con frecuencia que Simón Bolívar estuvo en Cochabamba y se alojó en la casona de Gil de Gumucio, que se conserva a un costado del distribuidor Cobija, a orillas del río Rocha. Una revisión de la correspondencia de Antonio José de Sucre no da la más mínima pista de que el Libertador haya visitado alguna vez nuestra ciudad. De hecho, es improbable que no se haya guardado memoria de los homenajes que le hubieran hecho, tal como lo recibieron en La Paz, Potosí y Sucre. Sin embargo, una noticia publicada en “El Cóndor de Bolivia” anuncia la visita de Bolívar a la llajta. Veamos.
Sucre le escribió al general Andrés de Santa Cruz desde Sicasica en fecha 22 de septiembre de 1825: “El Libertador llegará el 4 de octubre a Potosí, y creo que estará allí hasta el 20, aunque no lo sé a punto fijo. Escribiré a Vd. de Potosí el día que él saldrá de allí para Chuquisaca, para que le sirva de gobierno.
En Oruro, le escribió al general Santander el 27 de septiembre, informándole que el 20 de aquel mes había salido de La Paz con el Libertador, con dirección a Potosí y Chuquisaca.
El 1º de octubre recuerda que a su ingreso a Cochabamba le habían otorgado una corona de oro y que “el colegio de Cochabamba” le había obsequiado “una pluma de oro para que mis hijos escribiesen la glorias de Ayacucho”. Carta a la Municipalidad de Cumaná.
El 11 de octubre le comunicó al general Santander que el Libertador había llegado a Potosí el 5 de aquel mes.
El 9 de diciembre hubo grandes festejos en Chuquisaca en el aniversario de la Batalla de Ayacucho.
Por fin el 30 de diciembre le escribe al gobernador de Oruro, teniente coronel José María Guerrero, y le dice:
“S.E. el Libertador ha resuelto hacer su viaje por Oruro y estará en esa ciudad el día 14 de enero, el 13 en Poopó, el 12 en Challapata, el 11 en Vilcapugio y el 10 en Culta, en cuyos pueblos dormirá, almorzando en los intermedios donde haya más comodidad. Vd. dispondrá que se apresten en esos puntos víveres para 25 oficiales que lo acompañan, 100 hmbres de tropa y asistentes, y forraje para 150 bestias. Vd. mandará un oficial para que vaya a encontrar a S.E. en Potosí y le presente el itinerario de las jornadas que queden arregladas.
“El teniente don Alejo Vargas va a preparar, o mejor dicho a revisar, el apresto que se haga desde Oruro a Arica para la marcha de S.E., adonde Vd. enviará los comisionados necesarios para que apresten todo, pues siendo despoblado es preciso enviar hombres activos que preparen todo, y por esto hará Vd. todo, todo para que nada falte. Dios, etc. (p.579).
Un día antes, el 29 de diciembre, previno al presidente de Potosí, general José María Pérez de Urdininea, que “S.E.el Libertador ha dispuesto marchar de esta capital para Oruro por Potosí, y saldrá sin falta el 3 de enero próximo y llegará a esa el 5, continuando su marcha el 6 (de acuerdo al itinerario que adjuntó).
Sin embargo, El Cóndor de Bolivia, fechado en Chuquisaca el jueves 12 de enero de 1826, al hablar de la “Marcha del Libertador”, dice que salió rumbo a lima el día martes 10 de enero, y agrega: “S.E. pasa por Cochabamba con el objeto de ver aquel hermoso Departamento y proveer a sus prontas mejoras; y la división Córdova acantonada en aquella Ciudad, gozará como en La Paz de la satisfacción de tener en su seno al ángel de la victoria”.
El 2 de marzo informa que el 30 último (sic: ¿se refiere a febrero?) S.E. el Libertador llegó a Tacna y luego de disfrutar de la recepción con bailes, fuegos, comidas y arcos, partió el 1º de marzo a Arica y se embarcó ese día en el bergantín colombiano Chimborazo con dirección a Lima.
Es pues una tradición histórica que el Libertador tomó la ruta Mizque-Cochabamba para gozar del clima templado de los valles. Hay que considerar las condiciones en las cuales se viajaba por entonces a caballo, en semanas y meses, como para pensar que el Libertador decidiera venir a descansar a nuestro valle.
Poco antes de marcharse de Bolivia, el Mariscal Sucre le escribió al Libertador para consultarle si persistía en su enorme deseo de comprar una finca en Cochabamba, pero otros asuntos movían su atención y no dio respuesta.

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